Buenas y a la vez tristes tardes a todos, hoy y movido por lo que he visto en los diferentes telediarios, vengo a dar mi opinión sobre la problemática que se da hoy en Cataluña, se que es un tema espinoso, pero viendo que nadie defiende mi opinión ni en los medio ni en la política he decidido usar mi propio espacio para difundir mi visión sobre el tema.
El problema catalán, al igual que el problema vasco, no es nuevo, lleva existiendo con su más y con sus menos desde hace varios siglos, no obstante y como todos podemos percibir en estos últimos tiempos, están en un estado de ebullición sin precedentes. El desencadenante de todo esto fue la declaración de inconstitucional del nuevo estatut por parte del Tribunal Constitucional a petición del PP, todo con el fin de continuar la guerra que dicho partido tenía abierta con la administración de Zapatero, pues ese estatut era fruto del consenso entre los gobiernos de España y Cataluña.
Esto hizo que la semilla del nacionalismo empezara a germinar de forma pausada hasta que en el año 2011 se desencadeno el conflicto que hoy conocemos como el "proceso independentista", momento en el que Artur Mas y Mariano Rajoy coinciden en el poder. Para mi ambos lideres y ambos partidos jugaron con el independentismo por una cuestión de intereses electorales que expondré a continuación:
- El Gobierno español del PP necesitaba una distracción para que la gente y su electorado dejaran de mirar los numerosos casos de corrupción que asolaban a su partido, así como evitar que la gente le echara en cara los monstruosos recortes que había hecho en materias como educación, sanidad, dependencia, I+D+i o renovables. Por eso de forma hábil jugo con el sentimiento de unidad nacional que siempre ha calado tan bien en su electorado, con el fin de evitar en cierta medida la pérdida de votos.
- La Generalitat de Cataluña, a su vez avivo el fuego del independentismo con falacias como el "España nos roba" o el "Cataluña sin España hubiera sorteado la crisis", esto lo hizo por dos sencillas razones, la primera fue para desviar las miradas por los casos de corrupción conocidos como "tres per cent" o el caso Palau, la segunda razón vino dada por el hecho de que la administración de CiU recorto con una intensidad desmedida en materias como sanidad, educación o dependencia, por lo que volvía a necesitar de unos fuegos de artificio que le sirvieran de distracción.
Usted lector se habrá dado cuenta de que ambos gobiernos compartían motivos para seguir en este juego de la independencia, y es que no nos olvidemos que ambos partidos que tanto dicen amar a su patria y a su ciudadanía representan a la burguesía conservadora que lleva ostentando el poder desde hace más de un siglo. Es decir, que ambos roban y ambos recortan, vamos que estamos ante el mismo perro solo que con distinto collar, en este caso bandera.
Tras analizar el como resurgió la problemática que hoy día nos esta separando no solo como país sino como sociedad, vamos a pasar a hablar sobre como han actuado cada gobierno con respecto a la deriva soberaneara que estamos viviendo.
- El Gobierno español (más Ciudadanos) adoptó una postura reaccionaria e inmovilista, más propia de un niño de cinco años que del gobierno de una nación, pues al parecer creen que los problemas se solucionan por arte de magia. Durante cuatro años se negaron a ceder en nada, a generar un clima hostil en ciertos sectores de España hacia Cataluña y sobre todo a no ofrecer ninguna solución posible, o quizás es que no querían hacerlo por que les convenía electoralmente.
- El Gobierno de Cataluña por su parte seguía en una huida hacia delante, aprobando leyes sin la mayoría necesaria y organizando una especie referendum carente de garantías que hoy se ha visto que es más propio de una película de Berlanga que de un gobierno que dice querer independizarse. Además desde el PdeCat se ha dado una imagen de que todos los españoles somos una suerte de fascistas que siguen a pies juntillas lo que dice Don Mariano, algo que obviamente es un falacia y una acusación carente de fundamento para cualquier persona que haya salido del portal de su casa.
Como vemos ambos vuelven a coincidir en algo, ambos se envuelven en una bandera para esconder unas políticas y unas formas completamente intransigentes y demagógicas, es decir, que volvemos a tener al mismo perro pero con distinta bandera, no olvidemos que son históricos aliados en lo que a investiduras y políticas se refiere.
No me gustaría cerrar mi análisis sin olvidarme del fundamental papel que ha jugado la prensa en este asunto, y es que el popularmente conocido como Cuarto poder en la mayoría de las ocasiones ha hecho un uso tendencioso y amarillista de la actualidad política española, más centrado en generar X cuota de pantalla que en ofrecer un contenido de calidad. No hablo solo de los medios estatales y autonómicos que controlados por los partidos han puesto a la noble profesión del periodismo a la altura del suelo, sino que los medios generalistas han ofrecido tertulias e informativos donde lo único que se le ofrecía al espectador era una buena dosis de gritos, intransigencia, falsedad y de una inusitada agresividad verbal e ideológica que al final acaba calando en el que esta detrás de la pantalla o del periódico.
Una vez que les he explicado mi visión sobre la problemática, voy a darles mi opinión sobre como yo entiendo a España.
Yo, Álvaro Serrano Ruiz me considero un patriota, es decir, amo a mi país, a su cultura e historia, y me siento orgulloso de haber nacido en el. Cuando digo patriota no piensen en esos tristes seres que piensan que su país es una especie de Arcadia carente de fallos y de errores históricos. Soy consciente de todas las sombras que España, al igual que todas las naciones, tiene, ha tenido y tendrá, y precisamente por que amo a mi país trato de denunciarlas y de corregirlas.
Yo amo a los símbolos de España, y no hablo de una bandera (republicana o constitucional), por símbolos me refiero a la Alhambra o a la Sagrada Familia, a Las Meninas o al Guernica, me refiero a la interminable belleza de los campos de olivos en Jaen o al esplendor de los Pirineos, esas y no otras son las imágenes que me hacen sentirme orgulloso de ser español. También amos a los himnos, pero no al de Riego o el que no tiene ni letra, hablo de los versos de Alberti, Hernandez o de Lorca, de las composiciones de Tárrega o Albeniz, del quejido de la guitarra de Paco de Lucía, esos son los himnos que me emocionan y que me hacen amar a mi tierra por muchos defectos que esta tenga. Amo la diversidad cultural y lingüística de mi país, desde los remotos ecos de Al Ándalus que llegan desde el sur hasta la modernidad y la vanguardia que Barcelona representa, pasando por la majestuosa solemnidad de la meseta o las tradiciones ancestrales de Euskadi. Esta es la España que amo y por la que creo que aun hoy en día merece la pena luchar.
Y si queremos conseguir que Cataluña siga en España no podemos seguir por la vía del imperativo legal, tenemos que hacer que se vuelvan a enamorar de España, tenemos que volver a crear un proyecto común como hicimos en el 75 o en el 92, un proyecto que nos permita darnos cuenta de que no hay ninguna diferencia entre un catalán un manchego o un canario, pues al final, al margen de las diferencias políticas que cada uno pueda tener, todos queremos una sola cosa, vivir. Y si eso pasa por un referendum pactado habrá que hacerlo, y no tengo ningún miedo a ello, pues estoy convencido de que la sociedad española es perfectamente capaz de generar un proyecto que integre y enamore tanto a españoles como a catalanes.
Viva España, viva Cataluña y viva la diversidad, que es lo que nos hace grande como país.